La Cruda Realidad de un Orgullo Penalizado: Comunidad LGBTQ+ en Latinoamérica y El Caribe
Con la llegada del mes de junio, las redes sociales, medios de comunicación y demás plataformas se suman al movimiento por la igualdad de derechos para la comunidad LGBTQ+. En República Dominicana, si bien cada año se unen más aliados y personas dispuestas a dar su apoyo abiertamente, esta práctica sigue formando parte de la discusión entre los derechos humanos y las convicciones sociales, políticas y religiosas.
Aunque no hay por escrito ley alguna que penalice la libre expresión de orientación sexual, tampoco hay alguna que ampare el bienestar de la comunidad LGTBQ+, quienes a diario sufren agresiones hacia su integridad de tipo física, moral, verbal y emocional. La falta de garantías expone a la comunidad LGBTQ+, dejándola en un estado vulnerable y desprotegida incluso de los cuerpos de seguridad del país.
Lamentablemente, en República Dominicana, así como en Latinoamérica en general, la comunidad LGBTQ+ sigue siendo blanco de estigma y prejuicios arraigados en una cultura conservadora y poco tolerante. En ese sentido, a pesar de que países como Argentina, Colombia y Uruguay hayan logrado conquistar hitos legales en cuanto al reconocimiento de los derechos de las personas LGBTQ+, llevar dichas leyes a la práctica se hace un reto. La realidad es que la región sigue siendo considerada como una “amenaza” para los derechos LGBTQ+.
La comunidad LGTBQ+ ha expresado en varias ocasiones temer por su seguridad e integridad, pues además de sufrir discriminación social, no suelen contar con el refugio de entidades de autoridad que velen por su bienestar. Muchos han sido los casos no resueltos, mayormente por actos de odio, a los cuales no se les presta la debida atención y que han atentado contra la vida de personas gay y/o trans, en su mayoría cuyas historias quedan olvidadas porque en este país condenan como irrelevante a quienes sufren agresiones por defender su orientación sexual.
A su vez, el sistema de salud dominicano arrastra la arcaica creencia de que las personas gay, transgénero, bisexuales o lesbianas no pueden ser donantes de sangre por el gran estigma que en su tiempo generó el impacto del VIH en el país, el cual continúa siendo un tema tabú. Este tipo de medidas son ejemplo de la discriminación que las personas LGBTQ enfrentan diariamente, sin importar su estatus de VIH.
Hoy en día la voz de la comunidad LGTBQ+ lucha más fuerte que nunca para escuchada, y para que se tomen acciones en pro de proteger los derechos que aún no les han sido reconocidos.
Nuestra directora en el país, Maritza Valenzuela comparte que “en AFARD tenemos un trato amigable para todos y todas. Los derechos universales como la salud no deben negarse a nadie y es importante tener pendiente que con un gesto, las expresiones no pensadas o la comunicación corporal, podemos contribuir o no a actos de discriminación y así, alejar a una persona de recibir sus servicios básicos de salud. Estas acciones negativas contribuyen la morbilidad de las personas, los internamientos hospitalarios e involucran el presupuesto del país”.
En AID FOR AIDS Dominicana estamos comprometidos con brindar un servicio de calidad y apoyo integral, respetando al beneficiario sin distinción alguna. Por eso en este mes del orgullo, compartimos las celebraciones y manifestaciones de la comunidad LGTBQ+ y nos simpatizamos siendo eco del principal objetivo: conseguir respeto y un trato igualitario basado en el simple derecho de los seres humanos.
Autor: Alina Santana
AID FOR AIDS Dominicana